Perón es el único presidente argentino que juró tres veces la Constitución Nacional y en todas sus elecciones fue electo por la mayoría de sus compatriotas. En su tercer mandato asumido un 23 de septiembre de 1973, venía de un exilio y de una proscripción infame de 17 años y con muchos años sobre sus huesos.
La nación sufría, además, la falta de libertades individuales por las sucesivas dictaduras y una crisis económica inédita que incluía el fenómeno de inflación y un contexto internacional signado por un aumento desconsiderado del Petróleo y la lucha ideológica de la Guerra Fría. Como no era posible que Perón estuviera en la fórmula, como estrategia política se decidió que Héctor Cámpora junto a Vicente Solano Lima la integraran pero era un grito a voces que la sombra del General estaba por detrás y que una vez alcanzado el poder, las consecutivas renuncias lo llevarían a una nueva elección, sin prescripciones de ningún tipo, y a un nuevo mandato.
Con un 63% de los votos, asume y concreta lo que sería su último gran deseo: servir al pueblo argentino. Aunque su salud era débil, lo dio hasta el límite de sus fuerzas y nunca pensó en el retiro hasta que la muerte lo sorprendió unos meses después.
Hoy recordamos su esfuerzo y su dedicación al servicio del su patria, su defensa de los trabajadores y su lucha eterna por la justicia social.