Las elecciones para presidente del año 1951 estuvieron atravesadas por la participación inaugural del padrón femenino que había accedido a ese derecho con la ley xxx de 1947. La campaña para el voto de la mujer había comenzado con la sanción de la norma pero no había concluido ahí dado que las políticas que el gobierno llevaba a cabo desde su asunción en 1945 daban a ese sector una autonomía económica inédita. La imagen de Eva Perón, de salud muy delicada e internada en el Policlínico Presidente Perón en Avellaneda, ejerciendo su derecho al voto en esa jornada histórica es un símbolo de la fuerza de las mujeres de ese tiempo.
A su vez, al crecimiento de la economía se sumaba un gran ascenso social hacia las capas medias que motorizaba las industrias de electrodomésticos y automotriz. Con la llegada de la televisión en este mismo año, la industria del entretenimiento se diversificó y con la llegada de las publicidades de bienes para el hogar llegó a cada ama de casa las virtudes de las aspiradoras y las batidoras junto a las máquinas de coser que ya eran infaltables.
La fórmula Juan Domingo Perón-Juan Hortensio Quijano arrasó con el 63.40% de los votos directos de los argentinos. El gobierno profundizó sus políticas de justicia social y dio más impulso a la industria y a la promoción de la educación superior en universidades nacionales.
Durante el tiempo que este segundo mandato fue legal y legítimamente transcurrido, se pudo cómo las diversas áreas de la producción y los servicios se desarrollaban y crecían generando una ocupación de mano de obra cercana al pleno empleo, con salarios que eran un ejemplo en la región y en el mundo con un equilibrio entre el capital y el trabajo que alcanzó un 50%.
La infame Revolución Libertadora truncó el periodo democrático inaugurado un día como hoy en 1951 pero no pudo acallar la fuerza de nuestro movimiento ni la figura del gran líder que encarnaría Juan Domingo Perón.