La Ley 13.010 de sufragio femenino, también conocida como Ley Evita, fue sancionada en Argentina el 9 de septiembre de 1947 y promulgada el 23 de septiembre por el entonces Presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, estableciendo este último día del que hoy se cumplen 72 años, como “Día Nacional de los Derechos Políticos de la Mujer”.

Eva Duarte de Perón fue la primera mujer argentina que acompañó a su esposo durante la campaña para las elecciones presidenciales de 1946, en cuya plataforma se incluía el reconocimiento del sufragio femenino. Tan destacado era su protagonismo político que Evita llegó a pronunciar un discurso en uno de los actos de cierre de dicha campaña, realizado en el Luna Park.

Al inaugurar las sesiones del Congreso Nacional en 1946, el presidente Perón anunció que enviaría un proyecto de ley reconociendo el sufragio femenino y sus derechos políticos y sociales.

El 21 de agosto de 1946, al tercer mes de iniciar su período de sesiones, el Senado trató el proyecto y lo aprobó. Con media sanción pasó a la Cámara de Diputados donde quedó demostrado que no había ninguna intención de darle prioridad y cayó fuera de la agenda legislativa. Eva Perón no lo abandonó, entre el 27 de enero y el 19 de marzo de 1947 pronunció seis discursos por radio exigiendo la sanción de la ley del voto femenino, bajo el eslogan “La mujer puede y debe votar”.


Reproducimos aquí parte de uno de sus fervorosos discursos:
“La mujer puede y debe votar, como una aspiración de los anhelos colectivos. Pero debe, ante todo, votar, como una exigencia de los anhelos personales de liberación, nunca tan oportunamente enunciados.”
“Ha llegado la hora de la mujer que piensa, juzga, rechaza o acepta, y ha muerto la hora de la mujer que asiste, atada e impotente, a la caprichosa elaboración política de los destinos de su país, que es, en definitiva, el destino de su hogar”.

Su decidida acción política revivió un proyecto que en diputados estaba tan demorado que de no ser aprobado antes del 1 de octubre de 1947, corría el riesgo de perder su estado parlamentario.

En ese contexto, el 3 de septiembre los diputados fueron convocados para tratar los proyectos “sobre tablas”. Ese día tuvo lugar una multitudinaria marcha de mujeres convocada por Evita frente al Congreso en reclamo de la sanción de la ley. Sin embargo la resistencia política era tan alta que la sesión fracasó porque no se alcanzó el cuórum necesario.

Finalmente el 9 de septiembre de 1947, apenas tres semanas antes de su caducidad, el peronismo logró que el proyecto fuera tratado en el recinto. Con la decidida presencia de Eva Perón en uno de los palcos, resultó aprobado ese mismo día, para ser definitivamente promulgado 14 días más tarde.

“Recibo en este instante de manos del Gobierno de la Nación la ley que consagra nuestros derechos cívicos. Y la recibo, ante vosotras, con la certeza que lo hago en nombre y representación de todas las mujeres argentinas, sintiendo jubilosamente que me tiemblan las manos al contacto del laurel que proclama la victoria”. Eva Perón


Por desgracia Evita pudo ejercer una sola vez este derecho por el cual tanto había luchado. El día 11 de noviembre de 1951 emitió su primer y último voto, postrada por una enfermedad que ocho meses más tarde acabó con su corta y valerosa vida.

Hoy los hombres y mujeres metalúrgicos honramos la memoria de esta magnífica mujer, con el mismo amor, orgullo y respeto que ella nos brindó.