Este lunes 19 de noviembre es el feriado nacional porque los Argentinos celebramos el Día de la Soberanía Nacional.correspondiente al 20 de noviembre, fecha en la que se recuerda la lucha de los héroes de la batalla de Vuelta de Obligado en 1845, la que finalmente dio lugar a la firma de un tratado de paz entre Argentina, Francia y Gran Bretaña.

A mediados de la década de 1840, los británicos y los franceses mostraban gran interés en llegar con sus mercancías al centro de América del Sur. Para lograr ese cometido, el río Paraná ofrecía condiciones óptimas: era lo suficientemente ancho y profundo, y permitía llegar a los destinos deseados por los extranjeros.

En 1845, el puerto de Buenos Aires fue bloqueado por una flota anglo-francesa de 95 navíos de carga, repletos de productos para ser colocados en la provincia de Corrientes y en el Paraguay. Los anglo franceses intentaron agresivamente imponer su fuerza naval para obtener la libre navegación del río Paraná.

El 20 de noviembre de 1845, siendo el general Juan Manuel de Rosas responsable de las relaciones exteriores del territorio nacional, tuvo lugar el enfrentamiento contra las poderosas fuerzas anglo-francesas conocido como la Vuelta de Obligado, en la localidad de San Pedro, una zona en la que la navegación era difícil debido a un giro muy cerrado. Allí el general Lucio N. Mansilla, cerró el río usando una flota y baterías costeras que consistía de 24 buques, de los cuales solo tres eran naves de guerra argentinas, que estaban unidas por cadenas de metal. La artillería fue colocada en un acantilado sobre las orillas, con el apoyo de 2,000 tropas.

En represalia por las acciones de los argentinos, los británicos y franceses enviaron once buques de guerra para atravesar la barrera, y dieron inicio a la batalla bombardeando la pequeña flota argentina. Sin embargo, el viento ligero dificultó la navegación de los modernos navíos extranjeros, mientras que los vapores utilizados por la flota argentina pudieron maniobrar fácilmente pues no dependían del viento. A pesar del intenso fuego, la barrera permaneció intacta. El Capitán James Hope, al mando del HMS Firebrand, logró llegar hasta los barcos acordonados y cortar las cadenas, lo que permitió a los barcos de la flota anglo-francesa empujar río arriba y atacar con toda su fuerza. Finalmente, la barrera se abrió y el rio quedó a disposición del comercio nuevamente.

El número de fuerzas enemigas superaba ampliamente en cantidad y modernidad de su armamento a las argentinas, que sin embargo no se amedrentaron y batallaron durante siete horas. De este modo, lograron que las tropas adversarias no pudieran ocupar las costas, objetivo necesario para poder adentrarse en el territorio argentino.

Esta heroica resistencia, así como también el espíritu de lucha nacional se conoció en toda Europa y quedó inscripto en nuestra historia como un símbolo de independencia, libertad y unidad nacional.

Aunque nuestros patriotas perdieron, las tropas británicas y francesas también sufrieron fuertes bajas. Al menos 95 resultaron heridos y otros 28 murieron durante ese día, y a pesar de no haber triunfado, Argentina vio la batalla como un intento loable de preservar su soberanía y un acto de protesta hacia la intervención extranjera.

Reproducimos aquí las palabras del general San Martín al comentar, precisamente, la acción de Obligado “los argentinos no somos empanadas que sólo se comen con abrir la boca”

Años más tarde, en 1849 Southern por Inglaterra y en 1850 Lepredour por Francia, aceptaron las condiciones de Rosas para terminar el conflicto, y reconocieron haber perdido la guerra.