Hace hoy 100 años, durante el gobierno del Presidente Hiipólito Yrigoyen, comenzó una de las más oscuras páginas para el movimiento obrero argentino. Los sucesos ocurridos entre los días 7 al 14 de enero de 1919 pasaron a la historia con el nombre de Semana Trágica.

El conflicto se inició en diciembre de 1918, en los Talleres Vasena, un gran establecimiento metalúrgico que empleaba a 2500 trabajadores. La fábrica estaba ubicada en Cochabamba y Rioja (donde hoy está la Plaza Martín Fierro). En esos años la industria metalúrgica intentaba bajar sus costos aduciendo estar profundamente afectada por la Primera Guerra Mundial.

El 2 de diciembre de 1918, los 2500 operarios de la mencionada empresa se declararon en huelga , debido a sus pésimas condiciones laborales (tenían jornadas de 11 horas y solo descansaban los domingos, hasta en el área de Fundición). Reclamaban: jornadas de ocho horas de trabajo, premios para el trabajo realizado los domingos y reconocimiento de las horas extras, aumentos de salarios, abolición del trabajo a destajo y reincorporación de los compañeros despedidos a causa de sus actividades gremiales.

La huelga pronto se convirtió en un conflicto sindical generalizado que derivó en una brutal represión y masacre del pueblo trabajador en las calles de Buenos Aires. Las estimaciones de la época indican que en esa semana fueron asesinadas alrededor de 700 personas, hubo además decenas de desaparecidos -entre ellos gran cantidad de niños-, cerca de 4000 heridos, y decenas de miles de detenidos, e incluyó el único pogromo (matanza de judíos) del que se tiene registro en América. El gobierno nunca informó oficialmente sobre la represión, ni publicó la lista de muertos.

Los metalúrgicos recordamos hoy estos hechos deplorables, honrando la memoria del pueblo trabajador y de todos los caídos que dieron su vida en esta lucha.